lunes, 15 de enero de 2007

EL CIANO Y OTROS SOSPECHOSOS

La cuestión que rodea al Cianocrilato es muy distinta a la del ramín; mientras que la denostación del ramin se parece peligrosamente a una pose o a una actitud snob, el uso del ciano suele ir acompañado a cierto sentimiento de culpa. Subyace el sentimiento de “estar-haciendo-trampas” al usar ese pegamento. Yo pienso que eso está totalmente infundado.
Los modelos son hijos de su tiempo y al igual que en la Coca de Mataró se usaron los materiales y la ciencia de su época , en el Galeón de Utrera otros distintos propios de su siglo y en los modelos de arsenal del XVIII otros, así ahora usamos los elementos técnicos que tenemos a nuestra disposición los cuales son, afortunadamente, extraordinariamente amplios. Entre ellos el ciano. No me cabe duda de que si el autor de la Coca de Mataró hubiera tenido a su disposición ciano, lo hubiera usado.
Esto es extensible a otros productos innovadores: epoxi, contacto, termoencolado, polistireno, masillas etc.
Otra cosa es el uso correcto o incorrecto que se de al producto. En los foros leo a algunos mensajes que me parecen verdaderamente chocantes: utilizar el ciano como sustituto de la cola blanca… me parece que eso es un uso sencillamente equivocado, ni bueno, ni malo, sino erróneo.
El ciano es insustituible para el pegado de metales y plasticos e incidentalemte con la madera, pero en madera pura me temo que no puede sustituir a la cola blanca. En algún sitio leí que en USA es normal sustituir el uso de la cola blanca por el epoxi. Yo en uno de mis barcos sustituí la cola blanca por termo encolado: no me fue mal pero he vuelto a la cola. En mi modelo actual, después de sopesarlo mucho, he comenzado a trabajar algunas piezas de polistireno con un resultado muy satisfactorio.
Otra cuestión es la leyenda ni comprobada ni desenmascarada del comportamiento del ciano a lo largo del tiempo, en otra ocasión ya expondré mi experiencia.
Esta cuestión es análoga aunque ligeramente distinta al uso de las herramientas. Me estoy acordando de una herramienta “maldita” muy extendida: la tenaza pliegalistones. Los argumentos en contra de dicha tenaza son legión, baste con decir que machaca el listón, lo inutiliza estéticamente por un lado y la curvatura obtenida es poligonal… sin embargo, si la tienes la acabas usando. Yo la tengo, no me gusta, pero la uso. Si bien es verdad que restrinjo su uso a detalles pequeños y que al final no se van a ver mucho; recuerdo que recientemente la he usado en las embarcaciones auxiliares del Húsar. Sin embargo, lo considero una práctica viciosa: aporta comodidad pero creo que el resultado se resiente: recomendaría quitarse.
Deploro el buenismo; creo que es una salida intelectual débil o un recurso social facilón para escabullirse de pronunciarse; el argumento de que todas las herramientas son válidas y cada uno las usa como les valga no es veraz: puedo usar un torno para cascar nueces, las nueces se cascarán pero el torno estará siendo muy mal usado, acabaré rompiendo el torno por los golpes y, tal vez, alguno de mis dedos cuando me los pille.
Las maquinas tienen un uso propio y otro impropio y la experiencia me dice que este último suele pasar factura tarde o temprano. Tambien hay otros artilugios que por su diseño dudoso no solo aportan poco sino que alientan prácticas erróneas, por ejemplo, los telares para obenques.
En definitiva, usemos correctamente todos los recursos técnicos que tenemos a nuestra disposición, pero eso no implica preconizar el uso universal de todos ellos. Y por supuesto hay algunos inventos nefastos.

2 comentarios:

  1. El ciano es valioso en aquellos puntos en que la zona de contacto de las piezas a pegar, es pequeña, tambien resulta de gran ayuda en aquellas piezas que hay que pegar y deben quedar pegadas "YA" otra aplicacion que yo uso es en piezas que tienen una posicion concreta, las uno con ciano, con lo cual ya no se mueven, y entonces aseguro con epoxi, por ejemplo.
    En cuanto a su durabilidad en el tiempo, tengo una referencia que puede resultar bastante válida, se trata de un US Constellation que construi hara del orden de unos 10 o 12 años, que tenia mi hermana y que he expropiado para proceder a su restauracion, en ese barco, usé y abusé del ciano y he observado varias curiosidades:
    Las piezas que tienen traccion de la jarcia del barco (cabilleros) que han sido pegados con ciano sobre una cubierta barnizada, no queda ni uno solo en su sitio, los cañones, cuyas ruedas son de laton, igualmente han sido pegados sobre la cubierta barnizada, se desprenden con cierta facilidad, sin embargo, el pegote de pegamento queda en la cubierta, quedando las ruedas limpias, las velas y sus cabos correspondientes para su maniobra, los pegué con ciano a los estays y a las vergas pertinentes (que verguenza) y esas, siguen todas, todas en su sitio, estan fuertemente sujetas y ni el algodon de la tela de las velas, ni el de los cabos, han sufrido el mas minimo deterioro, salvo las manchas tremendas que provocó el ciano, en fin, la cuestion es que creo que el ciano no descompone los cabos, como en algun lugar leí, sin embargo si es cierto que los vuelve quebradizos si intentamos doblarlos por donde hay pegamento, pero pasados 10 años (o mas) siguen firmemente sujetos.

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  2. Coincido contigo totalmente. He observado estos mismos efectos. El Húsar antiguo llevaba algunas cosas pegadas ya con ciano y estas uniones se comportaron como tu dices al destruirlo. Con relación a los cabos, creo que has puesto el dedo en la llaga, no destruye los cabos, pero los vuelve tan rígidos que los hace muy delicados y quebredizos.

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